¿Qué es la Sexualidad según la OMS?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la sexualidad como un aspecto fundamental del ser humano, presente a lo largo de su vida. Incluye aspectos como el sexo, las identidades y roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. La sexualidad se manifiesta a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones interpersonales, y está influenciada por factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. Conoce más sobre la definición de sexualidad por la OMS.
Derechos Sexuales de las Personas con Diversidad Funcional
La sexualidad entendida como afectividad, apego y desarrollo sexual, no sólo como genitalidad y coito, es un derecho humano fundamental, y por lo tanto, todas las personas tienen derecho a vivirla de manera libre, plena y responsable. Las personas con diversidad funcional, también conocidas como personas con discapacidad, tienen el mismo derecho a vivir su sexualidad de manera libre, plena y responsable. Esto incluye:
Aunque hay quienes piensan que la condición en que se encuentran, se los ha arrebatado al tener algunas de ellas dificultades para disfrutar de su sexualidad por sí mismas, por ejemplo, personas con lesiones de la médula espinal; parálisis cerebral, distrofia muscular, artritis, dolor crónico, enfermedades mentales, etc. Es práctica común de familias de algunos de ellos o de algunos cuidadores, intentar reprimir sus necesidades y manifestaciones sexuales, considerándolas peligrosas, obsesivas o de riesgo.
Aunado a ello, surgen una serie de ideas que llevan a la gente a suponer que las personas con diversidad funcional, en cuanto que están sujetas al cuidado de alguien, son como niños, como “angelitos”, y siempre lo serán, así que su sexualidad no tiene relevancia; otra idea es que son seres asexuados, es decir, que no experimentan la atracción sexual ni tienen la necesidad o deseo de contacto sexual; una más es que a la sexualidad, le atribuyen exclusividad en la genitalidad, sin considerar que ésta incluye la dimensión afectiva y que al placer también se accede a través de abrazos, besos y palabras. Esto sucede sobre todo cuando las personas con diversidad funcional, están afectadas en sus funciones motoras y no les es posible tener relaciones coitales o alcanzar el orgasmo; otra suposición, es que no es necesario proveerles educación sexual, que no la necesitan, cuando realmente es posible que tengan una serie de preguntas a cuya respuesta tienen derecho a través de información clara y concisa, negativa que puede tener influencia en la formación de la creencia de no tener derecho a su sexualidad ni a la búsqueda de su intimidad. Una idea muy arraigada, es que tienen una obsesión con lo sexual o que son hipersexuales, aunada a la noción de que no pueden formar pareja, no pueden casarse, ni tener hijos, cuando hay casos en los que eso es enteramente posible.
¿Qué es la Asistencia Sexual?
La asistencia sexual es una alternativa que permite a las personas con diversidad funcional ejercer su derecho a la sexualidad. Según Asistenciasexual.org, se define como:
“Un tipo de trabajo sexual que consiste en prestar apoyo para poder acceder sexualmente al propio cuerpo o al de una pareja. La persona asistente no es alguien con quien tener sexo, sino alguien que te apoya para tener sexo contigo mismo(a) o con otras personas. La persona asistida decide en qué y cómo recibe apoyo, esa es su forma de autonomía para explorar su cuerpo o para masturbarse. Igual que la silla de ruedas no pasea a la persona con diversidad funcional (la persona pasea a su manera, con las ruedas de la silla y con sus propias decisiones), el asistente no masturba a la persona (la persona se masturba a su manera, con las manos del asistente y con sus propias decisiones)”.
Formación de Asistentes Sexuales
En las diferentes percepciones, hay una línea delgada entre la asistencia sexual y la prostitución, sobre todo cuando no se comprende que la primera es una forma de viabilizar el ejercicio del derecho a la sexualidad; adicionalmente, los asistentes sexuales tienen una formación en sexualidad y discapacidad la cual les dota de conocimientos sobre cómo asistir a la persona en relación a su condición:
Esta formación les dota de conocimientos sobre cómo asistir a la persona en relación a su condición, como cambiar una sonda, mover a la persona de la silla a la cama, cómo reaccionar ante una subida de tensión del usuario, así como brindarle apoyo para acceder a su propio cuerpo, no al del asistente sexual, haciendo además, un trabajo sexual de tipo instrumental, no educativo ni terapéutico, que posibilita el derecho al propio cuerpo.
Conclusión: La Importancia de la Comunicación y Conocimiento
Como podemos ver, el sano desarrollo y ejercicio de la sexualidad de las personas con diversidad funcional conocidas como personas con discapacidades, es posible cuando se conocen las alternativas para su consecución usando para ello una comunicación clara sobre el pensamiento y necesidades de las personas con esta condición, respecto a este derecho.
Si tienes a tu cargo una persona con diversidad funcional, y no le has cuestionado aún, ¿le preguntarías si desea satisfacer alguna necesidad relacionada con su vida sexual, a fin de buscar alternativas?