Después de semanas de indecisión, Roque hace una llamada al número de un consultorio de atención psicológica, concerta una cita para dar inicio a un proceso psicoterapéutico en modalidad de pareja, llega la fecha acordada y cinco minutos antes de la hora pactada llega junto con Fabiola al consultorio y toca el timbre, por el interfono el psicólogo le pide que pase y espere unos minutos en la sala de estar, al cabo de éstos se abre la puerta del consultorio y el psicoterapeuta les pide pasar, toman asiento y después de intercambiar comentarios sobre el clima y afirmar que nunca han tomado terapia, el psicoterapeuta les explica lo que harán en esa primer sesión: tomará su datos para abrir el expediente, les pedirá que le digan las razones que les lleva a terapia, enseguida establecerán los objetivos que quieren conseguir a través de este proceso psicoterapéutico para finalmente darles algunas perspectivas, hacer intervenciones y terminar la sesión pidiéndoles que lleven a cabo algunos ejercicios en sus interacciones cotidianas.
Una vez informados del trabajo de esa primera sesión, les pide que le platiquen las razones de su asistencia al consultorio, Fabiola toma aire para hablar, pero Roque se adelanta y menciona que él solo dirá lo que quiere que Fabiola trabaje, porque la terapia es para ella, menciona que hay un problema y este es que ella no hace lo que él dice, explica que ella es muy sociable, a todo mundo le habla, “incluso” a hombres, con lo cual él no está de acuerdo, también platica mucho con su mamá por teléfono, eso la distrae de sus actividades como ama de casa, descuida los quehaceres y el cuidado de los niños; él quiere más frecuencia en los encuentros sexuales sin importar si ella está en su periodo y tampoco le agrada que ella se enfade si él decide ir a echar trago con sus amigos y llega al día siguiente; después de decir esto se levanta, da las gracias y dice que esperará en la sala.
Lucía acude a terapia junto con Raúl su novio, comenta que una semana atrás él descubrió que ella llevaba dos años siéndole infiel y no ha podido superar ese hecho, a raíz del descubrimiento él llora incesantemente, ha dejado de ir a trabajar y está triste todo el tiempo, afirma que fue ella quien buscó la terapia por que desea que él entienda que no es grave lo que hizo y también para que cese de llorar y reclamarle, afirma que eso a Raúl no debería tomarle más de un mes para dejar de hacerlo.
Estos son sólo dos ejemplos de una gran variedad de situaciones que a veces uno de los integrantes de la pareja, a veces los dos, plantean. La terapia psicológica para parejas contempla una serie de consideraciones que la hacen posible:
La psicoterapia explora las necesidades de la pareja para ayudarles a identificar patrones de comunicación negativos y a desarrollar estrategias para comunicarse de manera más efectiva. Las necesidades de uno de los integrantes de la pareja, no tendría que perjudicar, mermar, sabotear, etc. las necesidades del otro si es que este así lo interpreta.
En el espacio psicoterapéutico se resuelven conflictos, el terapeuta ayuda a la pareja a identificar los problemas subyacentes a los conflictos y a desarrollar estrategias para resolverlos de manera saludable, estrategias que pueden ser utilizadas en diversas circunstancias haciendo adecuaciones acordes a la situación que se presenta; si uno o los dos tienen disponibilidad de trabajar sólo por el bien propio, no se pueden construir soluciones.
El psicoterapeuta ayuda a la pareja a comprenderse mejor a sí mismos y a su relación en un marco de respeto y tolerancia. Esto puede conducir a una relación más fuerte y satisfactoria. En casos en que uno de los integrantes de la pareja demanda comprensión sobre sus actos, pero no tiene disponibilidad de desarrollar la habilidad comprender al otro, la relación no logra avanzar hacia una sana estabilidad, en este rubro es importante que haya equilibrio.
Les ayuda a comprender cómo su relación es parte de un sistema más grande, como su familia de origen, sus amigos y su comunidad. Esto puede ayudar a la pareja a ver su relación desde una perspectiva más amplia y a identificar factores que pueden estar contribuyendo a sus problemas; a identificar patrones de interacción negativos que se repiten en su relación. Una vez que la pareja reconoce estos patrones, puede comenzar a trabajar para cambiarlos.
Es conveniente que antes de acudir a terapia, la pareja hable sobre las necesidades de cambio que cada uno tiene, de modo que se orienten en una dirección común: el bienestar de la relación y la satisfacción de ambos en el desarrollo de esta.